Por cada 20 explotaciones agrarias o ganaderas que se pierden en España desaparece 1 autónomo del ámbito rural en el sector servicios. La realidad de la España vaciada es cada vez más cruda y sin signos de mejora.
La situación por la que atraviesan los sectores primarios en el ámbito rural ha arrastrado a la desaparición a más de 4.000 autónomos de sectores que desarrollaban sus negocios en las poblaciones de menos de 10.000 habitantes.
Los datos que maneja UPTA así lo reflejan, son las provincias españolas con menos densidad de población y más rurales las que han perdido el mayor número de autónomos en estos tres últimos años.
Este fenómeno se produce con más intensidad en Castilla y León, Castilla la Mancha y las provincias andaluzas de Jaén, Córdoba y Almería, que son a su vez, donde han desaparecido el mayor número de explotaciones agrarias y ganaderas.
Para Eduardo Abad, presidente de UPTA “es una cuestión de vasos comunicantes, el problema del campo español no sólo tiene repercusión sobre el sector agrícola o ganadero, cuantas menos actividades del sector primario existan, repercutirá en menos autónomos de servicios auxiliares a la población que habita el ámbito rural.”
Los gobiernos deben dejar de hablar de la España vaciada y poner soluciones a corto y medio plazo que frenen la destrucción de la economía del 80% del territorio nacional.
Abad, concluye, “desde UPTA apoyamos cada una de las reivindicaciones de las organizaciones agrarias, es fundamental para la existencia de vida en el ámbito rural, que se tomen cada una de las medidas que legítimamente solicitan, pero estas reivindicaciones deben ir de la mano de una batería de medidas de urgencia para la supervivencia del trabajo autónomo en el ámbito rural. Medidas como incentivos fiscales, relevo generacional, transformación del tejido productivo a través de sistemas de digitalización y autoabastecimiento energético, son algunas de las muchas que urgen.”