En enero han cesado su actividad económica 53.438 autónomos
Los datos de enero, de afiliación a la Seguridad Social del trabajo autónomo, ponen de manifiesto la imparable destrucción de los sectores del comercio minorista y la hostelería. El primero pierde en el mes de enero 3.338 pequeños establecimientos de proximidad y la hostelería ha visto desaparecer 3.120 negocios.
Desde UPTA ya lo veníamos advirtiendo en las últimas semanas, lo peor de la crisis, en términos económicos, está por llegar.
Miles de pequeñas actividades económicas están al límite, el consumo interno está absolutamente paralizado y esta situación es agónica para los sectores más afectados por la pandemia. Es imprescindible que se acometan planes de rescate sectoriales que inyecten ayudas a fondo perdido para los negocios con más pérdidas.
Desde nuestra organización seguimos tratando de sensibilizar a los Ministerios de Economía y de Industria, con el fin de activar definitivamente, medidas directas que consigan frenar la sangría que se está generando en el tejido productivo, y en las autónomas y autónomos que son el pilar fundamental de la estructura económica de los pueblos y ciudades de nuestro país.
Eduardo Abad, presidente de UPTA, “parece que la situación que percibimos los que estamos en la economía real no es la misma que se observa en determinadas esferas políticas, y esto no sólo está produciendo un daño irreparable en el ámbito económico, también en la desafección y confianza en los que dirigen nuestra economía”.
Abad insiste, “si no se conocen las necesidades urgentes de nuestro colectivo, las medidas que se adopten serán infructuosas. No queremos más créditos ICO, no los necesitamos, los autónomos no pueden endeudarse más, lo que precisan cuanto antes son ayudas directas para asumir los gastos corrientes a los que se enfrentan cada mes, ese es el gran problema de nuestros negocios”.
Por último, Eduardo Abad recuerda que el éxito de las medidas de contención que se pusieron en marcha el pasado 2020 como los ERTES y el cese de actividad, han sido posibles gracias a la colaboración entre las administraciones, los agentes sociales y las organizaciones representativas del trabajo autónomo.