- El trabajo autónomo en la Comunidad Autónoma de Extremadura apenas aumentó un 1,6% en los últimos 5 años.
- UPTA Delegación Extremadura denuncia la falta de políticas efectivas para sostener el trabajo autónomo en las zonas rurales extremeñas.
Desde UPTA Delegación Extremadura alertamos sobre la grave situación que atraviesa el trabajo autónomo en las zonas rurales de Extremadura, y evidenciamos la inacción y la falta de estrategia de la Junta de Extremadura frente a un reto que amenaza el desarrollo económico y la cohesión territorial de la comunidad autónoma.
Durante los últimos cinco años, el número de personas trabajadoras autónomas en Extremadura apenas ha crecido un 1,6% (1.299 afiliados más), una cifra que evidencia estancamiento estructural del colectivo, mientras que en el conjunto del país esa subida asciende al 6%. Además, este leve crecimiento se ha concentrado exclusivamente en las grandes ciudades como las capitales provinciales Cáceres y Badajoz, Don Benito, Almendralejo, Navalmoral de la Mata o Plasencia, mientras que, en el medio rural, que supone más del 65% del trabajo autónomo en la región, se pierden negocios o se mantienen, contribuyendo al abandono progresivo de este entorno.
A esta preocupante situación se suma un grave problema demográfico: más del 30% de los autónomos en Extremadura tiene más de 56 años y, se estima que, en apenas tres años, el 16% de los afiliados al RETA en la región se jubilará, lo que pone en riesgo la continuidad de miles de negocios, especialmente en el ámbito rural. Estas cifras suponen una alerta roja para el futuro económico de muchos municipios de interior, donde los pequeños negocios son, en la práctica, el único sustento económico local.
Desde UPTA advertimos que la Junta de Extremadura, a diferencia de las diputaciones provinciales, no ha diseñado ninguna estrategia propia que atienda las necesidades concretas de los autónomos rurales. Su política de ayudas no distingue entre trabajadores urbanos y rurales, ignorando las enormes dificultades que enfrentan los profesionales en los pequeños municipios de la región.
Eduardo Abad, presidente de UPTA, “estamos asistiendo a la condena silenciosa de cientos de municipios en las provincias de Cáceres y Badajoz, abocados a la desaparición por la inacción frente a la falta de relevo generacional en el trabajo autónomo. Todas las políticas de la Junta de Extremadura en este ámbito son fuegos artificiales, con un impacto real nulo, la ausencia de políticas activas orientadas al relevo generacional conllevará, de forma inevitable a la pérdida de miles de actividades económicas. Es imprescindible garantizar la supervivencia del medio rural en Extremadura”.